Iurgi de excursion

05 agosto 2016

Tasmania - Cradle Mountain

Como comentaba, estábamos en el Centro de visitas de Cradle Mountain viendo que tiempo daban para los próximos días y las posibles rutas a realizar. Mala pinta... Por si acaso comprarme guantes y Joan y Elisabeth alguna cosa más también. Ir a un centro de conservación de fauna local: ¡Demonios de Tasmania!

Junto con otros animales de la zona.

El cuidador explicándonos como una enfermedad había reducido muchísimo su número en la última década. Así como los intentos que hacían para conservarlos.

Incluyendo crear zonas cerradas lo más similares al hábitat natural de los mismos. Aquí uno de los machos dominantes comiendo y protegiendo su botín, mientras los pequeños intentan acercarse y pelear un poco.

A la salida encontrarnos el canguro más "amable" de todo el viaje, que me dio todo el tiempo del mundo para sacarle la foto.

Restaurante de mayor copete para cenar y pronto a la cama con bastante frío. Arriba antes de las seis y media para empezar una nueva caminata. Lloviendo... En fins... Apuntarnos en el registro: pones el recorrido que esperas hacer y hora de entrada (y posteriormente salida), para que situen posibles senderistas extraviados.

Tomárnoslo con calma. Nada más empezar ya metidos en la niebla.

El Goretex, calcetines impermeables, guantes y sin mucho problema con la que nos cayó encima. Algunas zonas más pintorescas que me recordaban secciones de Routeburn, con el musgo y el agua.

Una pena que no tuviéramos apenas vistas... Menos algún canguro que me sacó la sonrisa, el más grande visto hasta entonces. Un pequeño refugio junto a lago que no veíamos, más allá de veinte metros.

Seguir subiendo.

Un nuevo refugio entre la niebla.

Cada vez más zonas encharcadas por las que pasar.

Cuando llevábamos un rato bajando, la lluvia y el viento empezaron a pegar fuerte y Joan nos dijo que no estaba nada a gusto haciendo un recorrido que no conocíamos en esas condiciones. Así que volver más o menos por la misma senda que habíamos hecho antes. De nuevo lago que apenas veíamos.

Y camino sencillo de seguir.

Llegar al coche justo con la lluvia más fuerte. Bueno, tal vez con ella aclararía un poco. Ir a nuestra cabaña tras pasar por el centro de visitas donde comprar algo de ensalada y arroz a juntar al pan, queso y otros que iban a ser nuestro almuerzo original en las montañas. Poco a poco veía medio salir el sol, así que con ganas de ir para arriba de nuevo a ver si conseguía algo de vistas junto al lago. Dejar a Joan y Elisabeth en una taberna encantados con un poco de relax, ella junto a la chimenea (foto del día anterior en similar posición),

y conducir por la sinuosa carretera. Uf... Mucho tiempo sin conducir y no el mejor sitio para retomarlo. Conduciendo lento, lento llegar al punto más alto de la carretera y desde allí dar una vuelta junto al lago. La niebla de vez en cuando dejaba vislumbrar algo del paisaje.

Comienzo de verano... Pero no hacía ni una semana que había nevado allí mismo. Vegetación preparada para el duro clima.

Con distintas tonalidades de verdes y marrones.

De vuelta hacia el coche.

Y unirme a la lectura y en mi caso a conectarme al SIM que habíamos cogido. Porque no había habido WiFi en ninguno de los sitios estados anteriormente. Ya podrían aprender de "países del tercer mundo" como Filipinas u otros en Asia donde lo es ubicuo, en hoteles, restaurantes, aeropuertos...

Salir y paseo por el Enchanted Walk = "la senda encantada". El nombre sencillo de entender en cuanto entramos, con musgo por todos los lados.

Routeburn de nuevo en el recuerdo.

Árboles súper fotogénicos.

Cenar en nuestro mismo "compound" y a la cama. Con pequeño susto. Cuando me estaba ya quedando dormido, notar unos temblores. "¿Pequeños movimientos sísmicos? No puede ser, como en Nueva Zelanda..." Levantarme y descubrir que eran bichos saltando sobre la cabina, agarrándose a las columnas... Flasazo. Cazados in fragranti. Possums.

Conseguir dormir, aunque no mucho. Pasadas las cinco arriba. Quería ir a correr, pero lloviendo. Desayunar y a dormir de nuevo. Antes de las ocho, ya con la digestión medio hecha decidir que sí que me iba a correr. Acabar de meter todo en la mochila y dejar nota que me iba. Ellos habían cogido caballos para esa mañana.

Llegar a "Dove Lake" y jarreando.

No tenía prisa, así que esperar en el coche chequeando los correos descargados y varios. Para las 9:30 paró un poco así que ¡a correr! El recorrido hecho.

Con la camiseta térmica de manga larga encima hasta coger un poco de calor

y ya en camiseta de carrera estándar. Agradable recorrido bastante plano junto al lago, con las cumbres a las que quería subir que se empezaban a ver entre la niebla.

Bonitas vistas que se iban mostrando poco a poco.

En cuanto empecé a subir y me salía de la protección de la vegetación, vendaval y lluvia pegando fuerte.

Así que correr/ascender más rápido para mantener el calor corporal. Llegando al punto donde habíamos estado el día anterior, pero esta vez viendo todo.

Incluida pareja que se ofreció a sacarme foto.

Cradle Mountain parecía que se complicaba de nuevo. Punto más alto en el área y las nubes agolpándose contra ella... Viento, lluvia... Volver a ponerme la camiseta térmica. La última ascensión se hace más técnica.

Darme cinco minutos más de ascensión "si no mejora para abajo". Y no lo hizo, más bien todo lo contrario, con lo que decidí ir a lo seguro y bajar por el recorrido hecho el día anterior... Aiyaaa... Pasada la zona de rocas corriendo rápido de nuevo intentando entrar en calor. Vendaval. Uf...

Parar lo mínimo posible a sacar fotos, porque notaba que mis manos, incluso con guantes, se estaban "quedando tontas", como cuando iba a surfear en invierno: primeros síntomas de hipotermia. Pensando si tendría que sacar la otra camiseta térmica también (por llevar, por si acaso, hasta manta de emergencia, kit de primeros auxilios, barritas y varios en la mini-mochila de carrera). Pero al final no fue necesario.

El mirador, donde caerme de culo intentando conseguir mejor perspectiva, ouch... El frío haciéndome más patoso de lo habitual.

Lagos y más lagos. Muy bonito.

Disfrutando ya. 400-500m más bajo empezando a entrar en calor. Agradable sensación.

Llegar al parking bastante antes de lo previsto. Tomármelo con calma. Comer y beber algo. Durante el recorrido apenas 600ml bebidos y aún así tuve que hacer un par de paradas para orinar. Menuda diferencia con HK donde la hidratación continua (litros) es la única forma de poder correr la mayor parte del año.

Conducir de vuelta al hotel casi coincidiendo con la vuelta de Joan y Elisabeth de los caballos. Tocaba dejar la zona montañosa y tirar para la costa.