Iurgi de excursion

19 abril 2015

Bali e Islas Gili - agosto 2014

Miao estaba ya pensando en el regreso a tierras españolas y en la última escapada que podría darse por Asia (aunque al final la cosa se alargó bastante). En esa época la mayor parte del sudeste asiático está de monzón, con lo que los diluvios y tifones te pueden chafar cualquier plan. Decidimos ir un poco sobre seguro y tirar a la zona de Bali, que está en el otro hemisferio y en época seca entonces.

Para que nos quedara claro lo del clima Hong Kong nos despidió con una tromba de agua brutal. Cayó todo lo que tenía que caer y más. Retrasados, metidos en el avión durante creo algunas horas.

Hasta que conseguimos despegar. Aterrizar tardísimo y directos al hotel. Dormir hasta tarde y coger taxi para juntarnos con la family. Justo Argoitz y Joana estaban en la misma isla con los padres de ella. Perdernos un poquito, pasar por la playa junto a la que estaban hospedándose y pegarnos a su plan. Visitas turísticas varias con un guía/conductor local que habían contratado que hasta hablaba perfecto castellano. Un rato de playa y baños en donde volver un poco locos a los socorristas, cuando decidí nadar mar a dentro a intentar pillar olas junto a los surfers. Cero peligro. Apenas había corriente... La verdad es que ni me enteré que me habían estado pitando, porque cuando vinieron a por mí ya me había salido por la rompiente a explorar unas rocas y la costa de alrededor. Recoger todo y de nuevo al coche a sitio más turístico aún. Aquí ya todos nosotros con nuestras falditas moradas, no se puede enseñar las piernas.

Ver algunos templitos y la costa.

Y empezar la sesión fotográfica. Haciendo un poco el tonto.

O en poses más estándar.

Los monos que ven como el espectáculo comienza.

Con el anochecer.

Momentos ancentrales.

De allí volver a coger el coche y a un restaurante bastante particular. Empezando por su nombre.

Al más puro estilo mediterraneo "chillout", con su terraza junto al mar, decoraciones que nos eran muy conocidas

y paella y otros platos españoles a degustar.

Muy correcto. Bastante caro para Indonesia. Pero como antojo no está mal, sobre todo, según parece, si uno llega para ver el anochecer.

Tras ello, despedirnos. A ellos les quedaban un par de días más por allí y nosotros cogíamos barco la mañana siguiente, así que al hotel y nuevo madrugón. En teoría nos recogían a eso de las 5:30 para llevarnos a puerto en furgoneta. La realidad es que retrasaron más de una hora. Nosotros preocupados. Pero al final llegamos sin problemas. Unas cuantas horas de ferry y con el mediodía llegar a una de las islas Gili, Trawangan para ser exactos. Encontrar nuestro hotel (solo para una noche, una vez que no nos gustó en exceso) y empezar a descubrir la isla. Muy pequeña, perfectamente "corrible" en menos de una hora. Aquí viendo el anochecer (foto Miao)

El día siguiente irnos a la "calle" principal y a uno de los centros de buceo.

No nos pareció especialmente espectacular. La visibilidad era buena, pero con bastantes partículas, la variedad de tortugas era algo más fea de lo que estábamos acostumbrados en Filipinas, como si los caparazones fueran "viejos"... Pero también es que a medida que vas buceando más y más las espectativas aumentan.

Los tiburones siempre molan. Este nos lo encontramos metido entre corales, hasta que decidió alejarse de nosotros.

Bastante tráfico de barcos y agua algo movida durante nuestra estancia allí.

Y mucha gente tirada en la playa de relax.

Más buceo. Snorkel por mi cuenta. Nadar. Más correr para ver el anochecer desde otro punto. Pescado y marisco bastante bueno junto a la playa para cenar.

Y tras segunda noche coger barco con el amanecer (foto Miao con algo de procesado).

En dirección a nuestra siguiente parada: Lombok.