Iurgi de excursion

10 marzo 2006

La hora del té

Uno se va al médico y tiene una charla con él medio en inglés medio en señas, porque es tal vez de las cosas más difíciles a hacer, nunca sé como explicarle a un médico en castellano lo que siento, aún más difícil cuando no sabes como diferenciar claramente lo que es una molestia, dolor, agujetas... en inglés.
Pase lo que pase lo que es seguro es que sales de la consulta con unos cuantos paquetitos con bastantes pastillas. Les encanta, un hongkonges por lo visto, no se queda a gusto si no tiene que tomar en los siguientes días tres tipos o más de pildoritas en cada comida.

Y aquí es cuando uno se lleva la sorpresa: "a tomar con cada comida, 4 por día". El cálculo no sale inicialmente, hasta que de repente se te viene a la cabeza el "tea time". Para los locales es obligatorio. El día comienza con un desayuno a toda prisa en cualquiera de los restaurantes de comida rápida que hay por la ciudad o directamente delante del ordenador. La comida es a las 12:00-13:00, comer más tarde es extraño, tanto que cuando suelo ir a comer a las 14:00 soy el último y suelen andar ya recogiendo todo. Y a eso de las 17:00 se suelen juntar en la cocina de la oficina a compartir algo de comida. Yo me suelo cachondear de ellas y les digo que muchos españoles nunca entenderían sus hábitos alimenticios. En la oficina las chicas de administración son capaces de almorzar un "tupper" minúsculo y en cambio a media tarde los pasteles son los reyes del lugar. Siempre hay una excusa perfecta: cumpleaños, aniversarios, me ha tocado un premio y quiero compartirlo con la oficina, es un regalo de nuestros clientes... De hora del té tiene poco, me refiero, se pasan el día tomando té, con lo que han decidido seguir utilizando el nombre de sus excolonos y hacerlo en su versión. Como dice Connie "los chinos comemos poco pero somos muy golosos y caprichosos". No puedo negarselo.